Cuando tienes la estabilidad económica suficiente para obtener un crédito, se te abre la oportunidad de tener uno de los patrimonios más importantes en la vida. Ante esta situación, la primera pregunta que seguro te harás es: ¿cuál es el crédito que más me conviene? Para llegar a la respuesta, hay que hacer una evaluación de tus condiciones y necesidades económicas. Estos son algunos factores que debes considerar:
Edad: En cada etapa de la vida, las necesidades económicas son distintas. La capacidad económica, la estabilidad y los riesgos son diferentes. Por eso, es importante considerar las alternativas de productos de acuerdo con tu capacidad financiera y tu edad. En la banca, la mayoría de los créditos se concentra en personas de entre 35 y 40 años.
Monto: Entre menos crédito pidas, menor será la mensualidad o el plazo. Lo recomendable es que pidas la cantidad que te haga falta después del enganche, y que consideres el costo de la escrituración. Como referencia, considera que el monto promedio solicitado es del 70% del valor de la propiedad.
Plazo: Depende de tus necesidades y tus ingresos. El crédito puede ir de cinco hasta veinte años, aunque los especialistas recomiendan no exceder los quince. En México, la gente suele pagar su crédito hipotecario en un periodo de entre ocho a diez años.
Comisión: Hay que considerar todas las variables, que van desde la investigación del crédito, la apertura, el estudio socioeconómico, el avalúo, los seguros de vida, de daños al inmueble y desempleo, entre otros. Cada banco tiene sus propios términos y costos, te recomendamos comparar la mayor cantidad de opciones posibles para que tomes una decisión informada.
Para facilitar la búsqueda de tu crédito, puedes solicitar la asesoría de un especialista en gestión de crédito. Esta ayuda no tiene costo. Si tienes alguna otra duda al respecto, no dudes en contactarnos.
