Si piensas casarte algún día, vas a tener que tomar esta decisión. Para que lo hagas de manera informada, y elijas la opción que mejor se adapta a tu situación y la de tu pareja, a continuación te explicamos en qué consiste cada una.
Los bienes adquiridos antes del matrimonio siguen perteneciendo exclusivamente a quien los compró. Por lo tanto, podrá hacer uso de sus propiedades –y heredarlas– sin ningún tipo de autorización. Pero se puede llegar a un acuerdo para que ambas partes compartan la propiedad de los bienes adquiridos a partir del matrimonio. Esta es la opción que la mayoría de las personas toma actualmente, debido al aumento de divorcios en el país.
Todo bien mueble o inmueble adquirido durante el matrimonio es responsabilidad y propiedad de los dos, sin importar a nombre de quién esté. Pero las deudas también se comparten, sin importar quién la haya adquirido.
Esta era la opción preferida antes, cuando la mayoría de las mujeres eran amas de casa exclusivamente, porque les garantizaba cierta protección en caso de un divorcio. Pero gracias a la mayor libertad económica que ha supuesto el ingreso de la mujer en el trabajo, esta alternativa ha caído cada vez más en desuso.
Todo depende del acuerdo que tengas con tu pareja y el plan compartido que proyecten a futuro. A pesar de los riesgos, tener bienes mancomunados puede ayudar a crear un proyecto en común a largo plazo. Sin embargo, vale la pena considerar que, en estos tiempos, cada vez menos matrimonios son para toda la vida.
