Detrás de un cuarto con estilo y funcional hubo un trabajo previo, sin el cual la atractiva decoración y distribución de los espacios no habría sido posible. Ya sea porque te vas a mudar, o simplemente porque quieres renovar el interior de tu hogar, te compartimos cinco consejos que te ayudarán a darle más vida a tus espacios:
- Haz un mood board: mira revistas, explora sitios web, observa los hogares de tus conocidos. Al principio, junta la mayor cantidad de ideas e imágenes que puedas. Después fíltralas para crear un grupo de elementos visuales que interactúen armoniosamente. Este archivo será tu mejor referente a la hora de comprar los materiales.
- Dale un toque personal: al fin y al cabo, es tu espacio. En el diseño de interiores no hay reglas absolutas sobre lo que está bien y lo que está mal. Siempre es útil revisar tendencias e imitar las ideas que te gustan. El secreto está en combinar esos elementos en una visión propia de tu hogar.
- Prueba la pintura antes de usarla: el color de la pintura varía de acuerdo a la luz que recibe a lo largo del día. Si ya tienes más o menos claro qué colores vas a usar, compra papel blanco (de preferencia duro), píntalo con alguna de las muestras y cuelga las pruebas en la pared. Con el paso de los días verás qué pintura es la indicada.
- Balancea el espacio: incluir un mueble grande acompañado de varios pequeños es una buena manera de darle dinamismo y equilibrio a tus espacios. Pero deja suficiente espacio libre para evitar crear un ambiente opresivo. En estos casos, menos suele ser más.
- Toma medidas: si vas a poner cortinas, por ejemplo, asegúrate de que el tamaño de las cortinas sea compatible con las ventanas y las paredes. Lo mismo aplica si quieres amueblar un espacio desde cero. Tener una idea clara de las medidas te permitirá adaptar mejor el mobiliario a tus necesidades.
El objetivo de decorar tu casa es tu propio bienestar. Por eso eres completamente libre de escoger el estilo y la vibra que quieras generar. No tengas miedo. Imagina, experimenta y corrige. Es un proceso que nunca termina.